
La comprensión de textos: apunta a que los estudiantes entiendan y reflexionen sobre los mensajes escritos funcionales y literarios. Ello implica que aprendan a interpretar ideas y mensajes con una actitud de apertura, procesándolos y emitiendo juicios basados en criterios observables y que desarrollen el placer por la lectura. En los textos funcionales, deben manejar los códigos específicos y su utilidad; en el caso de los textos literarios, se enfatiza la lectura que permita la construcción de una interpretación personal en la cual los estudiantes incorporen su mundo y su propia voz.La producción de textos: tiende a fomentar la capacidad creativa para producir textos literarios y las capacidades analítica y de síntesis para producir textos funcionales. Se debe partir de los intereses y necesidades de los estudiantes para que puedan reflejar en los textos sus sentimientos, experiencias y conocimientos.El componente audiovisual y artístico: se centra en que los estudiantes procesen críticamente los mensajes visuales y audiovisuales que reciben de los medios de comunicación para pasar de la recepción pasiva al juicio crítico, reconozcan y valoren las diversas manifestaciones artísticas (danzas, cantos, fiestas patronales, escultura, pintura, cerámica, etc.); también, que aprecien las labores o actividades que realizan como parte de su contribución al bien común y como acciones que les permiten proyectarse en la sociedad y trascender en el tiempo.

Esta área consolida y proporciona herramientas básicas para ejercitar:
El razonamiento y la demostración matemática: Plantear hipótesis, supuestos, constatarlos con la realidad con la realidad y sacar conclusiones.
La resolución de problemas: Analizar, comparar, deducir y plantear alternativas de solución frente a situaciones y problemas.
La comunicación matemática: Descripción de procedimientos (cómo abordaron un problema, cómo obtuvieron resultados, qué operaciones utilizaron y cómo interpretan los resultados que obtuvieron).
Salud, higiene y seguridad: Asume una actitud crítica y preventiva como resultado del conocimiento y valoración de su persona y su rol en la sociedad.
Cuidado y recuperación del ambiente: Mantiene el equilibrio ecológico preservando y cuidando su ambiente de manera eficiente y responsable, con una actitud crítica frente a los problemas ambientales. Propone alternativas de solución para erradicar la contaminación ambiental y lograr un desarrollo sostenible.
Avances científicos y tecnológicos: Analiza y aplica conocimientos científicos y tecnológicos para el bienestar y desarrollo personal, familiar y social, que le permita mejorar su calidad de vida. Asume una actitud creativa e innovadora para elaborar productos, instrumentos y herramientas que faciliten su modo de vida.

Formación y fortalecimiento de la identidad y del sentido de pertenencia: Se orienta a que los estudiantes desarrollen su identidad personal y su sentido de pertenencia sociocultural y a la comunidad, reconociendo la valiosa situación pluricultural y multinacional de nuestro país y la necesidad de establecer relaciones de interculturalidad que fortalezcan la unidad local, regional y nacional. De acuerdo al reglamento de la Ley 28803 el estudiante adulto mayor es parte importante de nuestro sistema educativo. Asimismo posibilita que el estudiante comprenda, de manera reflexiva y crítica, la historia – tanto de sí mismos, como de su familia, de su comunidad y de la sociedad, en el marco general de la historia local, regional y nacional – comprendiendo el pasado para entender el presente y proyectándose al futuro.
Formación ética y participación ciudadana: Propicia que los estudiantes desarrollen y asuman compromisos, tanto individuales como colectivos, planteando propuestas de solución a los problemas políticos y socioculturales de su entorno local, regional y nacional no solo como aspiraciones para el futuro, sino como una situación vital que involucra proyectos de vida personal, institucional y social en los que cada persona tiene que cumplir responsabilidades ciudadanas y democráticas.Economía y desarrollo: Este componente se orienta a que los estudiantes desarrollen sus capacidades de observación, sobre las políticas económicas y programas de desarrollo que se ejecutan en su localidad, su repercusión en el desarrollo personal, local, regional y nacional, proponiendo y participando con medidas alternativas que permitan alcanzar el bienestar general.
El área curricular de Educación para el trabajo buscar fortalecer las competencias laborales de los estudiantes, aportando así a la mejora de su economía personal y familiar, así como a su participación y apoyo a la comunidad. Integra dos componentes:

El componente de formación básica: está orientada a la valoración del trabajo como medio del desarrollo personal, económico y social, para que el estudiante identifique sus virtudes y fortalezas, a fin de potenciarlas, así como sus limitaciones y debilidades para superarlas; asimismo, está orientada a desarrollar las competencias laborales genéricas, tales como el comportamiento ético, la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, etc., las cuales son exigencias del sector productivo para desempeñarse en un trabajo dependiente o para generarse un propio puesto de trabajo.
El componente de formación técnica: está orientada a desarrollar competencias para gestionar y ejecutar los procesos básicos de la producción de bienes o prestación de servicios: estudio de mercado, diseño, planificación, desarrollo del bien o prestación del servicio, comercialización y evaluación de la producción. La formación técnica está centrada en hacer vivenciar a los estudiantes, a través de proyectos productivos de diversas especialidades ocupacionales, para que puedan explorar sus intereses, aptitudes y actitudes emprendedoras, de tal forma que, más adelante, opten por una ocupación o una capacitación para el trabajo, según sus intereses y aptitudes.